Miembros del Centro Define durante la Primera Horneada de mantecados de Viena en la confitería San Joaquín. Víctor Fernández
Miembros del Centro Define durante la Primera Horneada de mantecados de Viena en la confitería San Joaquín. Víctor Fernández

Todos los años, la confitería San Joaquín celebra la Primera Horneada de mantecados de Viena y el pasado miércoles 20 de septiembre se compartió la ocasión con el Centro Define. Los invitados bajaron al obrador del local y se enfrentaron a la tarea de elaborar estos dulces emblemáticos de Alcalá, una prueba que superaron con éxito.

La Primera Horneada se celebra en septiembre por dos razones. Por un lado, es cuando se produce la primera cosecha de almendras, un ingrediente imprescindible en los mantecados de Viena. Además, es la época del año en la que empiezan a descender las temperaturas, una condición necesaria para la elaboración de mantecados de forma artesanal. Según Joaquín Bono, que se encuentra al frente de la confitería, la temporada de mantecados comienza generalmente en septiembre y termina a principios de enero.

Se ha convertido en tradición invitar a un personaje o una organización a esta Primera Horneada. Este año los elegidos han sido los miembros del Centro Define, localizado en calle Bailén. El centro se especializa en servicios de formación y apoyo destinados a personas con diversidad funcional.

Primera Horneada de mantecados de Viena en la confitería San Joaquín. Víctor Fernández

El mantecado de Viena

El mantecado de Viena es una de las señas identitarias de la confitería San Joaquín. La receta, introducida en 1946 por Alfonso Pérez Gallego, se caracteriza por el uso de almendra marcona, que es tostada y triturada en el local. Joaquín Bono sostiene que hay dos teorías sobre el origen del nombre «mantecado de Viena». Una primera versión dice que la calidad que suponía el uso de la almendra relacionó el mantecado con el término de «productos imperiales», que eran considerados de cierto lujo. Según una segunda teoría, el nombre podría deberse a sus bordes redondeados. La forma puede ser comparada con una viena de pan, conectando con la tradición panadera de Alcalá.

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