El Centro de la Igualdad acogió la lectura del manifiesto institucional por el Día del Orgullo LGTBIQ+. Corrió a cargo de Clay, un chico trans de 19, estudiante de Filología Hispánica. Su testimonio personal emocionó a los presentes. La primera vez que escuchó el término fue con el suicidio de una persona del colectivo. «Fui corriendo a Google y ese día entre en su mente, me vi reflejado en la historia de tantas personas con la misma etiqueta. Llevaba tiempo sabiendo que algo fallaba en la percepción de mí mismo y esa noticia me hizo entender lo que llevaba guardado en mi interior».
Las primeras personas con las que se atrevió a salir del armario fueron sus amigos, cuando tenía 15 años. «Ellos me arroparon y me ayudaron a elegir un nombre mientras esperaban que diese el paso». Luego lo comentó en clase, «dónde los profesores de forma progresiva fueron adaptándose en su mayoría sin juicios». Pero no todo fue bonito en el instituto, que asegura que fue una disonancia para él: «Era un lugar donde me dejaban ser yo mismo, pero también eran constantes las burlas y el rechazo por parte del resto de mis compañeros. Ir al baño entre clases siempre fue para mi el mayor de los retos, muchas veces temía no salir de aquellas cuatro paredes. Mis amigos gays nunca pisaron el baño de chicos. Igual hay algo que no está funcionando».
Los últimos en enterarse fueron sus padres: «Tenía miedo al rechazo, a dejar de ser su ojito derecho y de que hubiese alguna consecuencia de ser yo mismo. Nada más lejos de la realidad. A día de hoy me quieren más que nunca, incluso mi abuela con 84 años me trata en masculino».
En su discurso, Clay no se olvidó de mencionar a las personas del colectivo que con su lucha han logrado normalizar la situación: «El mundo está cambiando gracias a personas que nos han facilitado el camino, Lorca, La Veneno, Almodovar… Han supuesto un antes y un después siendo pilares fundamentales de nuestra cultura siendo como eran, disidentes. «Mi propósito de año nuevo de 2024 fue mirarme cada día al espejo y repetirme que soy válido, que puedo ser querido y quererme. Puedo decir que ahora soy muy feliz. Estamos aquí para celebrar lo que tanta lucha nos ha costado y para celebrar que aún queda camino por recorrer» finalizó Clay. La presentación la hizo el colaborador de Radio Guadaíra, Miguel Ángel Barcelona.
En el manifiesto, Alcalá se ha reafirmado en su compromiso con la igualdad, la diversidad y los derechos humanos y ha hecho un llamamiento en la lucha por una sociedad más justa e inclusiva. «Mientras celebramos los avances logrados, también es crucial reconocer y condenar las políticas discriminatorias que persisten en algunos países».