Hasta ahora no ha habido que lamentar daños personales, pero el incendio de pastos y rastrojos en el entorno del casco urbano de Alcalá provoca numerosas intervenciones de los Bomberos y supone un riesgo para viviendas y vecinos. Basta con dar un paseo por Montecarmelo o por Mar Mediterráneo para ver cientos de metros cuadrados cubiertos de pastos. La rotonda de la carretera de Dos Hermanas en la entrada a Alcalá es otro ejemplo de cómo la maleza seca ha cubierto toda la superficie. Los datos mensuales que aportan los Bomberos reflejan cómo los incendios de pastos van a más conforme avanza el verano. Es lo normal, pero no por ello se debe incurrir en inacción.
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