La Marca Colectiva Tortas de Alcalá presentó ayer la nueva lata, una obra del diseñador alcalareño Vicente Portillo. La productora Isabel Cabreja, en representación de la Asociación de productores, expresó su satisfacción por el nuevo productor que desde hoy está a la venta en los establecimientos.
Destacó que cada lata es una ilusión nueva y que reporta muchos beneficios a la marca Tortas de Alcalá. «Cada año producimos más latas de tortas y es muy positivo», afirmó. Sobre el diseño manifestó la satisfacción de los productores. «Nos ha gustado mucho y esperamos que a la gente le guste», reconociendo que «cada año se crea más expectación» por el nuevo diseño.
Por su parte, el diseñador Vicente Portillo explicó que a la hora de afrontar el reto, realizó un estudio previo «para conseguir el objetivo de vender más tortas». Tras recoger impresiones de los productores y de los clientes, «todo me llevaba a un diseño clásico». El concepto de esta nueva lata es «romántico» que recuerda a «ilustraciones de finales del siglo XIX». «He intentado hacer un diseño equilibrado y que esté al nivel de las tortas», sostuvo.
Como novedad, Portillo ha introducido el color verde en el diseño que no se había utilizado hasta ahora. Otro detalle que señala en autor es que en el lienzo que portan los querubines ha introducido los molinos de Benarosa y el Algarrobo que «le dan identidad al producto».
En el acto estuvieron presentes los productores acompañados por miembros de la Corporación municipal. La alcaldesa también intervino, animando a los productores a seguir con la tradición.
Las tortas de Alcalá constituyen uno de los tesoros de la ciudad que ha alumbrado su creación. Para un alcalareño sus tortas son motivo de orgullo, tarjeta de presentación y uno de los placeres que le acompañan con frecuencia. Sólo se producen en Alcalá, donde sus confiteros, un gremio con gran tradición en la localidad, han dado forma a un dulce único y diferente a cualquier otro. Y solo puede hacerse de forma artesanal en todo su proceso de elaboración. Las tortas de Alcalá son un producto completamente artesanal, con un sabor único, distinto a cualquier otra elaboración de confitería, sutil, delicado y cargado de matices.
Este singular producto es el resultado de una peculiar forma de entender la confitería. Un dulce delicado que requiere de una técnica de ejecución puramente artesanal y cargada de delicadeza. Es un bocado sutil. Fina, hasta casi ser transparente, con el punto exacto de horneado, que requiere de experiencia y ciencia para lograrse. Dulce sin ser empalagosa, cargada de sabor y con una amplia gama de matices aromáticos.