La comisaría de Alcalá vive una situación de caos permanente, agravada por el paso del polémico comisario Manuel Elías Navarro. La falta de efectivos por las numerosas bajas de agentes ha generado una montaña de atestados y de casos sin investigar. «Cuando vamos a pedir imágenes de las cámaras de seguridad ya se han borrado. La ley permite guardarlas 30 días. ¿Cómo vamos a ir tres meses después?», lamenta un policía nacional en conversación con La voz de Alcalá. Así, muchos casos son imposibles de resolver por la pérdida de pruebas.
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