Diógenes el Cínico ya se consideraba «ciudadano del mundo». Lva
Diógenes el Cínico ya se consideraba «ciudadano del mundo». Lva

Dentro de poco, y para poder mantener nuestra existencia, tú y yo seremos ciudadanos del mundo, cosmopolitas. Mucho más que europeos, mucho más que sevillanos, y muchísimo más que alcalareños, aunque te rechine esto en tu corazoncito patrio. Este caminar histórico y realista de los pueblos fue siempre en la misma dirección: de la tribu al poblado, en busca de mayores ciudades, y rompiendo fronteras llegamos hasta los grandes imperios… Ha sido un recorrido cósmico –a veces con feroces invasiones inhumanas, como las actuales sobre Ucrania o sobre el pueblo palestino–, pero, con altos y bajos, la humanidad ha ido siempre buscando la ayuda mutua de los cuidados de muchos vecinos, que conviven y crean afectos en vez de odios. La cercanía es lo «racional», lo más propio de nuestra común Madre Naturaleza, que nos cobija, imitando a esos millones de riachuelos, afluentes y ríos en busca del inmenso océano, que nos da lecciones de «la amplia y eterna Verdad».

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