El curso que acabamos de cerrar en escuelas e institutos alcalareños ha sido complicado. Una vez más, se ha salvado la papeleta con más improvisación y voluntarismo que con la previsión y la dotación de medios y espacios que cabía esperar. Visto lo visto y vivido, hemos sobrevivido alumnos, enseñantes, trabajadores y familias sin muchos rasguños y salvando los muebles.
CONTENIDO EXCLUSIVO
Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]
Si ya eres socio inicia sesión