El Molino de la Tapada, uno de los elementos históricos más representativos de Alcalá de Guadaíra, amaneció con pintadas en sus paredes, un acto vandálico que atenta contra el patrimonio cultural de la ciudad. En una de las pintadas se puede leer un romántico mensaje que dice que «amar sin ser amado es como fumarse un porro apagado», acompañado de la firma de «Siri».
Las inscripciones, realizadas con pintura de aerosol tanto en la pared alta como en la parte baja del edificio, deslucen la estructura y su entorno. Este molino, situado en un enclave natural junto al río Guadaíra, forma parte del legado histórico que define la identidad de Alcalá. Desde Patrimonio aseguran que se está terminando el contrato de limpieza porque «hay que aplicar un tratamiento especial» para poder retirar las pinturas de la fachada.