No se puede tener una ciudad limpia si los ciudadanos no cuidan sus hábitos y repetidamente cometen actos incívicos. Sacar a pasear al perro y no limpiar los excrementos que el animal deposita justo al lado de una señal que lo prohíbe es una provocación para quienes van asumiendo que mantener limpios los espacios públicos y comunes es una responsabilidad colectiva.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]

Si ya eres socio inicia sesión