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Con la sencillez franciscana y la solemnidad acostumbrada, por tratarse de los cultos a su principal Titular, el Santísimo Sacramento del Altar, celebró la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía de Adoración Nocturna, la Octava del Corpus Christi.
Este año, al contrario que los tres precedentes, que se celebraron en la Parroquia de Santiago el Mayor, dichos cultos tuvieron lugar en la iglesia del Monasterio de Santa Clara, donde reside desde 2003 la Sección Adoradora Alcalareña, aunque está erigida canónicamente en la referida Parroquia desde 1902, año de su fundación.
La primera parte de la Octava, durante los días 3 al 8 de junio, la celebración comenzó a las 19:30 horas, haciéndose conjuntamente con la Comunidad de Hermanas Clarisas. El desarrollo fue el siguiente: Exposición Mayor del Santísimo Sacramento, rezo de la estación a Jesús Sacramentado, Vísperas solemnes, rezo de la oración correspondiente a cada día, Santo Rosario, rito de despedida y reserva de Su Divina Majestad. Tanto la exposición como la reserva la realizó todos los días la reverenda Madre Abadesa, como persona consagrada, aunque, como es sabido, la Conferencia Episcopal Española concedió a los Presidentes de Sección o de turno la facultad de exponer y reservar, en ausencia del sacerdote. Facultad que, además, en la Archidiócesis de Sevilla, fue refrendada por el Reverendísimo Ordinario hace años.
Días de la Octava
Siguiendo la costumbre implantada en años anteriores, cada día de la Octava se dedicó por unas intenciones especiales, invitando a participar en la misma a representantes de las instituciones o corporaciones a las que se dedicaba. Estas intenciones fueron: lunes 3: Comunidad de Misioneras de Acción Parroquial y Asociación Parroquial de la Divina Pastora de las Almas, Hermana de Honor de la Sección; martes 4: Comunidad de Siervas del Hogar de la Madre y Hermandad de Nuestra Señora del Águila Coronada; miércoles 5: Comunidad de Hijas de la Caridad y Hermandad del Stmo. Cristo de San Miguel, Medalla de Honor de la Sección; jueves 6: Comunidad Parroquial de Santiago el Mayor y Comunidad Neocatecumenal; viernes 7: Hermandad de la Divina Misericordia; sábado 8: Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, nuestro hermano el insigne imaginero D. Manuel Pineda Calderón en el 50 aniversario de su fallecimiento y Hermandad de Nuestra Señora del Dulce Nombre de María.
Función Principal del Instituto
La Octava se completó el domingo 9: con la Función Principal del Instituto, que se llevó a cabo de la forma acostumbrada, es decir, en la misa conventual de las 9:30 de la mañana, asistiendo representaciones como la de la Hermandad de Nuestra Señora la Santísima Virgen de Gracia, Patrona de Carmona, vinculada con la Sección alcalareña por haber sido una de las madrinas de la bendición canónica de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia, titular mariana de la misma, el 7 de mayo de 2014, o la representación de la Hermandad Servita de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, de Alcalá. Asistieron también Hermanos Honorarios y diversas personalidades, como los generales Píriz González (que entregó su faja a la Santísima Virgen en 2022), o Rueda Ratón, ambos de la Guardia Civil.
El Rvdo. D. Leonard Bakajika Ngalamulume, Capellán del Monasterio, ofició la Santa Misa estando dedicada a pedir por la paz en el mundo, por las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada, por el eterno descanso del Sr. Cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo, por el eterno descanso de Sor Margarita Monedero Espino y de todas las Hermanas Clarisas fallecidas en la comunidad de Alcalá.
Tras el Credo, una representación del Consejo de Gobierno de la Sección Adoradora, realizó, en nombre y delegación de todos los adoradores y adoradoras alcalareños, la Protestación de Fe, declarando públicamente la creencia en todos los dogmas y misterios de la Sacrosanta Religión Católica, haciendo especial hincapié en el de la Transubstanciación del Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús en el Pan y el Vino durante la Consagración, así como los que se refieren a la Bienaventurada Virgen María. Y de una forma especial, se renovó por décimo séptimo año consecutivo el voto de «defender el milagro de la vida humana desde el primer instante de la concepción en el vientre materno, hasta que Dios nos llame a su presencia al final del camino», en comunión con las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia.
Exposición del Santísimo
Terminada la Santa Misa el celebrante expuso al Señor Sacramentado en la custodia para proceder a la Procesión Claustral con el Santísimo bajo palio, que se desarrolló como es costumbre, por los patios y claustro grande del Monasterio, haciendo estación en los dos altares preparados con enorme cariño y primor por las propias Hermanas Clarisas. Tras ello, la procesión salió a la calle Nuestra Señora del Águila, para recorrer, por la renovada vía, el trozo entre la puerta del Claustro y la del templo, entrando directamente al altar mayor para finalizar con el rito de la Bendición con Su Divina Majestad, que impartió el oficiante, entre el fervor de los asistentes.
Unas jornadas vividas con intensidad por los adoradores y cuantos fieles participaron en los cultos, que se vieron solemnizados, una vez más, con la participación de la Comunidad de Hermanas Clarisas, quienes se encargaron, además, de toda la parte musical de los mismos. Para ellas, nuestra gratitud, así como para las instituciones y corporaciones que participaron, atendiendo a la invitación realizada.