Todos los humanos, en algún momento, han contemplado el cielo con asombro y misterio. La alcalareña Alba Moreno quedó prendada de su embrujo desde que tiene memoria. Su madre, Olga, es trabajadora social, así que poco podía hacer para arrojar luz a las cientos de preguntas que la niña se hacía sobre el cosmos. Aún así, puso a su disposición los medios para que ella misma encontrara las respuestas. Hoy, esta mujer comparte lo que ha aprendido desde su cuenta en TikTok. En este extraño firmamento que son las redes sociales hay miles de estrellas, pero ella se siente más como un agujero negro, cuya principal cualidad es que lo absorbe todo.