He aquí tres epigramas, en forma de diálogo, para la tumba de una misma mujer:
«A. ¿Mujer, de quién eras hija tú que yaces bajo esta columna (de mármol de) Paros? B. Soy Prexo, hija de Calíteles. A. ¿Y de qué tierra eras? B. De Samos. A. ¿Y quién te tributó los últimos honores? B. Teócrito, a quien en matrimonio me dieron mis padres. A. ¿De qué has muerto? B. De parto. A. ¿Cuántos años tenías? B. Dos y veinte. A. ¿Acaso no tenías hijos? B. Dejé uno de tres años, Calíteles. A. ¡Ojalá viva para ti y llegue a una profunda vejez! B. Y también a ti, extranjero, Fortuna te dé todos los bienes.»

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]

Si ya eres socio inicia sesión

Colaborar de La Voz de Alcalá desde los inicios del periódico. Catedrático de Instituto de Lengua Griega e Historiador de la Antigüedad.