De pésima fama -recordemos la expresión «ley draconiana»-, Dracón redactó un código de leyes escritas «no con tinta, sino con sangre», frase del orador Démades, en 318 a.C, aunque la renovación de las penales, en 409 a.C. no da pie a decir tal. En conjunto, la labor de aquél fue la de compilar el viejo derecho patriarcal, lo que era ya una cesión importante de la aristocracia a la masa: hecha la codificación, se abría la puerta a posteriores enmiendas y añadidos.

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Colaborar de La Voz de Alcalá desde los inicios del periódico. Catedrático de Instituto de Lengua Griega e Historiador de la Antigüedad.