- A juicio un acusado de asesinar y robar a otro en Alcalá para comprar un móvil
- Un jurado popular declara culpable al acusado de asesinar al Chicho
La Audiencia de Sevilla ha condenado a 15 años de prisión al asesino del «Chicho», después de que el jurado popular del juicio celebrado en su contra le declarase culpable. El mismo jurado zanjó, además, que el inculpado no había ingerido previamente alcohol ni drogas y que fue tras el crimen cuando decidió robar el dinero y las pertenencias de esta persona.
En el fallo de la sentencia, después de que la Fiscalía redujese de 29 a 20 años su petición de condena, el tribunal ha apreciado la atenuante de confesión, por lo que impone al inculpado 15 años de cárcel. Además, deberá pagar 180 euros de multa por un delito leve de hurto, y una indemnización de 17.000 euros a cada una de las dos hermanas del fallecido.
Prácticamente por unanimidad en todos sus pronunciamientos, el jurado popular declaró probado que el acusado y «Chicho» se encontraban en un descampado urbano de Alcalá, enzarzándose en «una pelea» entre ambos. Fruto de esta pelea, el inculpado «golpeó con una piedra en la cabeza» a la víctima, causando que la misma cayese al suelo, lo que le supuso un nuevo impacto craneal y un «desvanecimiento».
Un torniquete en el cuello
Aprovechando esta situación, el inculpado mató a esta persona por decisión propia, mediante un «estrangulamiento a lazo» con unas telas, reforzado con un palo con el que «aumentó la presión del torniquete» que había aplicado al cuello de esta persona, «hasta acabar con su vida».
El condenado, a la hora de comparecer en el juicio, aseguró que había agredido a la víctima con una piedra en la cabeza, pero que no recordaba nada del estrangulamiento a causa de su estado «de borrachera» tras ingerir alcohol y drogas.
El jurado popular declaró probado, también por unanimidad, que fue tras dar muerte a este hombre y no antes, cuando el acusado decidió apoderarse de su riñonera. Esta incluía su cartera y una cartilla bancaria. Por ello, el jurado popular declaró que no ha quedado probado que el acusado acabase con la vida de la víctima con la finalidad previa de robarle.
Todo ello sin que el inculpado hubiese ingerido alcohol o drogas antes de los hechos y por ende hubiese visto disminuida su «capacidad de comprender» sus propios hechos.
La compra del teléfono móvil
El jurado popular declaró además por unanimidad probado que tras el crimen, el acusado «se fue de compras» con otra persona, que fue quien «abonó con dinero que sacó de su bolsillo» el móvil valorado en 99 euros implicado en los hechos, declarando «no probado» que dicho terminal fuese pagado con el dinero sustraído por el encartado al cadáver de su víctima.
También por unanimidad, el jurado popular declaró probado que finalmente, el inculpado se entregó voluntariamente a la Policía Nacional de Alcalá de Guadaíra, confesando los hechos y prestando una «colaboración relevante» para la investigación, pero sólo una vez que supo que la investigación policial se dirigía en su contra.