Hay quien sostiene que fue sólo un beso, sin mala intención, fruto de la euforia del momento. También están los que expresan su malestar ante tanto revuelo por este hecho que ven superfluo. Para ellos ese «falso feminismo», fastidioso e irrespetuoso, que se cuela por cada rendija, es una molestia.
CONTENIDO EXCLUSIVO
Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]
Si ya eres socio inicia sesión