El pleno de enero fue bastante inusual. El gobierno no llevó ni un solo punto de gestión al orden del día. Le puso en bandeja de plata la crítica a la oposición, sobre todo porque el argumento para justificar la ausencia en el pleno fue bastante peregrino. Defenderse afirmando que la gestión se lleva a la Junta de Gobierno local no fue la mejor idea, aunque posiblemente era la única salida para no contar. Fuentes bien informadas aseguran que no había gestión que llevar porque las vacaciones de Navidad de los funcionarios habían retrasado muchos temas.
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