El ataque terrorista de Hamás a Israel y la respuesta militar de este han dividido, como es habitual, a la opinión pública. «Condenamos toda violencia, pero …». Y, tras el «pero», la ideología: «…Pero Israel tiene derecho a defenderse de los terroristas». O bien: «…Pero los palestinos llevan años siendo sojuzgados por Israel». Pasa igual con la guerra de Ucrania, los atentados de ETA, los crímenes franquistas o cualquier otra forma de violencia institucional o ideológica. Tras la condena genérica, el matiz, la complicidad con los nuestros, el desprecio del adversario. Las trincheras.
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