- El ruido y la furia. Política a garrotazos
- La maldad de la banalidad política
- Malos tiempos para la coherencia
Nos invade una verborrea ubicua y prescindible, un abuso de las palabras y de la tolerancia de los escuchadores. Es un insulto a la inteligencia y al muy necesario silencio, donde ocurre el pensamiento, la lectura, el sosiego.
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