La copla de Gracia Montes nos suena a transistor gordo con funda de «material» (con agujeritos) sobre el aparador. Disculpen el inciso puretón para echar a rodar esta ventana. Se alejan en el tiempo y en las costumbres las vivencias de aquellas ferias agosteñas de la infancia en el castillo; lejos asimismo el que la feria de cada pueblo fuera uno de los pocos respiros festivos; con sus toros, sus paseos a la patrona, sus estrenos indumentarios, sus fotos de mujeres del brazo simulando caminar hacia el fotógrafo.
CONTENIDO EXCLUSIVO
Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]
Si ya eres socio inicia sesión