Complicado el encaje de una reflexión sobre la agresión salvaje a la gente en Ucrania en un periódico local, pero no se me ocurre ningún tema que compita en trascendencia con la sensación de asco por la injusticia y la crueldad disfrazadas de componendas geoestratégicas. La historia no nos ha ahorrado ejemplos de líderes despiadados ni de cabrones con capacidad de decisión sobre la vida de la gente. Tampoco ha sido cicatera con la miopía, la hipocresía e inconsistencia al reaccionar ante la infinidad de casos de injusticias, vesania, crueldad. La agresión de Putin a la gente en Ucrania no escapa a ninguno de los guiones, desgraciadamente.
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