Aunque el lector, si es que me queda alguno, no lo crea, escribir en Mi Sentir sobre el espécimen de la Moncloa, que está del todo comprobado carece de cualquier atisbo de vergüenza torera, me produce cansancio cerebral. Sobre el susodicho y otros como él, que los hay, aunque con una pizca más de catadura moral, Mackenzie King escribía [lo extraigo literalmente de Google] «Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto». Y profundizando al respecto me encuentro con dos opiniones del cordobés Julio Anguita: 1) La dignidad es la pieza clave para vivir bien, porque con la dignidad no se come, pero sin dignidad un pueblo se pone de rodillas y termina sin comer. 2) La gente que vuelve a votar a los ladrones [aquí se podría colocar cualquier otro epíteto, por ejemplo, mentiroso] es responsable de lo que está pasando.
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