Se dice que Thomas Edison falló más de mil veces hasta perfeccionar la bombilla. Del laboratorio de ideas del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra surgió, semanas atrás, la feliz ocurrencia de montar un mercadillo de arte. El 2 de febrero acudí con mi hija al parque de Blas Infante, con enorme curiosidad, por ver qué se cocía en ese encuentro de artistas. El día no andaba muy allá, más bien tristón y con nubes, pero se podía pasear. Entre la galería de árboles había una veintena de tenderetes, montados con cariño, y el resultado me pareció de una humilde honestidad. Era un mercadillo digno, con la salvedad de que no había público.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]

Si ya eres socio inicia sesión