Trump ha ganado contra todos los pronósticos europeos o, más bien contra todos los deseos, porque en nuestros países no concebimos que una persona hallada culpable de un montón de delitos pueda haberse presentado a una presidencia de un país, todavía el más potente del mundo, y ganar unas elecciones. Para quienes hemos crecido creyendo en la justicia, eso es algo inconcebible, porque los malos, es decir, los que infringen la ley, deben de estar en la cárcel y no campar a sus anchas.

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Escritora y columnista de La Voz de Alcalá.