Tres son las grandes obras paralizadas por abandono del contratista. El centro de interpretación del Castillo, obra a todas luces innecesaria porque ya existía uno y no quedaba nada claro que ganábamos con este, está dejado de la mano de Dios, o si prefieren del manto de nuestra patrona de la Virgen del Águila, que le queda más cerca. La ampliación del Museo de Alcalá es de risa. Ahí está, sin saber a ciencia cierta cuándo se retomarán las obras. Mientras tanto, la sala de los fósiles de la ballena está a medio gas, por no decir a un tercio de su capacidad.

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Periodista del diario ABC desde 1989. Alumno becado por el Foreign Office en Londres, fue profesor de Opinión Pública en el Instituto Europeo de Estudios Superiores de Madrid