¿Cuántos renos han visto ustedes por el parque Oromana? ¿Y niños jugando con bolas de nieve después de haberse tirado en trineo por la Cuesta del Águila? ¿Han hecho alguna vez un muñeco de nieve a la puerta de su casa, en algún parque o los más afortunados en su propio jardín? Pues no. Aquí nevó en condiciones una sola vez y fue hace ya casi setenta años, el 2 de febrero de 1954. Numerosas instantáneas guardaron para la memoria esa Alcalá blanca. Pero no se preocupen, las Navidades laicas nos recordarán con sus luces, neones o leds todas esas mamarrachadas. Mucha campanita, angelitos con trompetas, velas, copos de nieve, árboles de Navidad, pero ni un sólo símbolo de lo que celebramos: el nacimiento del Niño Dios.

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Periodista del diario ABC desde 1989. Alumno becado por el Foreign Office en Londres, fue profesor de Opinión Pública en el Instituto Europeo de Estudios Superiores de Madrid