Lo que creíamos que nunca iba a llegar parece que tiene ya un principio y un final. Desde que empezaron las obras hace una semana hasta el final de este verano, [crucemos los dedos], se va a meter mano a la calle Corachas para dejarla en condiciones. Corachas es más que una calle; es, salvando las distancias, claro está, nuestro callejón del Agua en Sevilla. Un pequeño barrio dentro de otro barrio, un oasis de anti urbanismo desaforado, una pequeña comunidad de vecinos en una de las calles más tranquilas y auténticas de Alcalá. Cierto es que de las Corachas de antaño poco queda ya hogaño bonito, salvo un par de casas muy interesantes que sus compradores decidieron conservar, restaurar y mejorar en beneficio del patrimonio tanto material como inmaterial de nuestro pueblo.

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Periodista del diario ABC desde 1989. Alumno becado por el Foreign Office en Londres, fue profesor de Opinión Pública en el Instituto Europeo de Estudios Superiores de Madrid