Como no teníamos suficiente con la contaminación por sosa caústica de nuestro río, su entorno natural y su fauna, ahora viene otra no menos grave: la del ruido generado por el motocross. Estos señores se debieron saltar las clases de educación cívica, se creen que sus tubos de escape son inmunes a los mortales, y las de ciencias naturales: para que los animales procreen y se asienten en un territorio necesitan cierta paz; la que no encuentran cuando estos desalmados sólo piensan en ellos mismos y en lucirse con las motos.
CONTENIDO EXCLUSIVO
Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]
Si ya eres socio inicia sesión