Francisco es una de las figuras internacionales más conocidas y admiradas hoy en el mundo, pero con una admiración que, según la RAE, es «de sorpresa o estimación por algo no esperado». Pero aunque unos, creyentes o no, pobres o ricos, europeos o de la Patagonia, lo valoran muy eficazmente, incluso lo aman apasionadamente, sin embargo, otros le temen por lo que les puede perjudicar.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]

Si ya eres socio inicia sesión