Fijado a una de las paredes de la segunda planta del IES Cristóbal de Monroy hay un cartel que advierte: «Prohibido fumar». Un detalle que imagino pasa absolutamente desapercibido al alumnado de este siglo, pero que invita a reflexionar sobre cómo era la vida de las aulas hace treinta, o cincuenta años. Pues ahí, como testigo notorio de otra época, nos hace recordar quiénes fuimos entonces. Y cuánto, a pesar de prohibírsele al profesorado fumar en las aulas, laboratorios y seminarios de centros docentes no universitarios, así como en los pasillos y corredores de acceso a estas dependencias, según recogía el BOE (9/9/1982), el humo del tabaco formó parte de la escenografía escolar hasta bien entrados los años ochenta.

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